Cada leyenda tiene su punto de verdad, así que ten cuidado esta noche que hoy toca…¡una de MIEDO!
Casi seguro que has oído hablar de “El proyecto de la bruja de Blair”, un film que persigue la leyenda de una anciana acusada de brujería. Dejando a un lado el relato cinematográfico, el mito del que parte la película es de lo más interesante.
Piensa que todo a tu alrededor es bosque, y que te encuentras con una anciana que te conduce hasta su casa. Tan solo eres un crío y esa mujer te está sacando sangre. Elly Kedward, siempre recordarás su nombre. La acusaste ante tu familia, por todo el pueblo corrió la noticia de que esa mujer era bruja. ¿Realmente lo era?
Fue desterrada y condenada a morir, atada en medio del bosque, bajo la nieve que azotaba el pueblo en aquel duro invierno. ¿Comprobaste si aquella mujer que tanto daño te había hecho, había muerto realmente?
Esa luz que se cuela por tu ventana es la misma que la de aquella mañana, yo que tú no me asomaría a comprobar el ruido que se escucha de fondo. La mitad de los niños del pueblo habían desaparecido, no quedaba ningún rastro de ellos. Las familias, temerosas por lo extraño de las desapariciones, decidieron abandonar el pueblo. Sin embargo, para ti ya es tarde, nadie espera encontrarte nunca más.
Pero no fuiste el último en desaparecer. En 1824, volvieron a darse fenómenos extraños. Algunos vecinos aseguraron ver una mano pálida asomándose en el río. Una niña desapareció en ese lugar días más tarde. Este tipo de casos se sucedieron durante muchos años. Los cuerpos, si aparecían, lo hacían envueltos en un ritual satánico. Atados, destripados.
Rustin Parr fue el artífice de la muerte de siete de los niños desaparecidos entre 1940 y 1941. ¿Averiguas cuál fue el motivo que le llevo a ello? La voz de una anciana resonando en su cabeza.